La superación y la lucha constante han sido máximas que nunca se han marchado en la carrera profesional y vida personal de Javier Imbroda. El impulsor de nuestra Fundación y principal valedor de la labor que en ella se realiza abre su corazón a través del portal de noticias de Málaga ievenn (www.ievenn.com) para dar a conocer, en una carta abierta, su lucha contra el cáncer y por la vida.
En su carta, Imbroda explica su propia experiencia y recomienda algunas claves para quienes se enfrenten con esta enfermedad. En el siguiente enlace pueden leer la carta al completo: https://ievenn.com/javier-imbroda-luchar-la-vida/
MÁLAGA, 8 DE DICIEMBRE DE 2017.- Aun con el puente de la Constitución a las espaldas, nuestra Escuela de Valores sigue recibiendo visitas de personas que dan parte de su tiempo para nuestros niños y jóvenes. Jesús Enrique Girón, responsable de la plataforma de aprendizaje de inglés HomeTeacher (www.hometeacher.es), tuvo un encuentro con los más pequeños para presentar los curso de idiomas que serán gratuitos para todos ellos y sus profesores.
HomeTeacher trabaja desde hace 25 años en la enseñanza de inglés. Más de 100 profesionales entre asesores pedagógicos, profesores y personal de apoyo al alumno avalan su trabajo de aprendizaje. Sus cursos online permiten llegar a todos los públicos sin moverse de casa y permitiendo que los más pequeños puedan mejorar en sus enseñanzas en la escuela. Con este método, nuestra Escuela de Valores trabaja ya para lograr el bilingüismo y seguir compitiendo por un futuro mejor.
Entre las muchas claves del éxito personal y profesional, la superación cuenta con un lugar preferente. Cada individuo cuenta con unas metas distintas que, de alcanzarlas, hacen su vida plena y satisfactoria. Escalar objetivos hasta llegar al punto deseado implica esfuerzo, constancia y un apoyo por parte del entorno favorable más cercano.
En la Fundación Javier Imbroda, la superación también va unida a nuestro lema “Acoger+Competir”. Álvaro de la Morena, pedagogo deportivo y miembro del staff técnico del conjunto Forus Medacbasket, analiza las bases de este trabajo realizado en el seno de nuestra institución entre los más mayores y los pequeños: “La superación es levantarte cada día, ayudar, trabajar, asesorar. Estar bien con uno mismo para poder competir y superarse. Si trabajamos y aspiramos alto en grupo, con el equipo no vamos a tener ningún techo”, argumenta. La labor con todos ellos viene, a su vez, respaldada por la Obra Social de La Caixa.
El trabajo en ambos frentes de la institución se realiza con equipos que trabajan en un constante seguimiento de los alumnos y jugadores para garantizar que logren sus objetivos. En el caso del conjunto de baloncesto, Álvaro de la Morena explica que la mayor parte de la labor se centra en resolver los problemas que originan el abandono en los casos de estudio, abriendo una nueva etapa con grados medios o superiores a través de Medac. “Teniendo un asesoramiento pedagógico y personal cualquier persona puede superar alguna situación compleja en su vida. En el equipo, Pablo Ibáñez ha hecho un grado superior, INEF y actualmente trabaja. Manuel Fuentes ahora se encuentra en prácticas dentro del grado de TECO. Ingridas Kasputis, que no tiene la facilidad de acceso a recursos económicos, se encuentra realizando TAFAD. Desde la Fundación se les echa una mano”, indica el pedagogo.
Además del apoyo propio recibido en la Fundación, el apoyo de las familias es esencial. De la Morena explica que la evaluación del alumno y el jugador desde el prisma de su entorno es esencial para ayudarle en su progreso: “cuando tratamos casos particulares conocemos a la familia desde nuestro tiempo personal o profesional, invitándolos a las propias instalaciones de Forus Trinidad. Si no conocemos a la familia es muy difícil saber el contexto del menor o del jugador”. En este sentido, la Fundación Javier Imbroda trabaja para ayudar al entorno del participante en la búsqueda de alojamiento, empleo o para la mejora de sus recursos legales.
Buscar soluciones para la superación pasa por la motivación y las mejores herramientas para alcanzarla. El reto está en los pequeños objetivos que, al final, sumen un futuro esperanzador.
Javier Imbroda y Manuel Castillo, durante el acto (Fotografía: Diario Sur).
El auditorio del Museo Picasso Málaga acogió el lunes 20 de noviembre la primera edición de la Gala Acción Solidaria que promueven la Obra Social de La Caixa y el Diario SUR. La experiencia de Javier Imbroda, principal impulsor de nuestra Fundación, inauguró a través de una conferencia la jornada, que sirvió para reconocer la labor desinteresada y social de cinco instituciones: Fundación Andrés Olivares, Harena, Debra-Piel de Mariposa, Arrabal AID y Málaga Acoge.
Tras la introducción realizada por Manuel Castillo, director del diario SUR, tomó la palabra Javier Imbroda, quien relató su experiencia en torno a la solidaridad desde su infancia en Melilla. Su familia participaba de la ayuda con los más necesitados de la hoy ciudad autónoma, acogiendo a un chico musulmán que pedía en la calle y acogiéndolo en su hogar un año entero: “En mi casa, pese a que no había, siempre se ayudaba”.
Las inquietudes de Javier Imbroda siempre pasaron por poder devolver a la sociedad lo que había recibido. En ese empeño, en el año 2014 crea la Fundación que lleva su nombre con el fin de mantener la doble función que sirve como lema de nuestra institución: Acoger + Competir. Desde entonces, más de 100 niños y jóvenes pasan a diario por las instalaciones del pabellón Forus Trinidad para formar parte de nuestra Escuela de Valores y el conjunto de la liga EBA Forus Medac Basket.
Javier Imbroda, durante su exposición en la I Gala de Acción Solidaria (Fotografía: Diario Sur)
“La Fundación Javier Imbroda es un sitio en el que superarse, no una guardería”, explicó el ex seleccionador nacional de baloncesto en su disertación. Lejos de la función caritativa, la labor que se realiza en las instalaciones de Forus Trinidad sirve como vía de apoyo a lograr las metas de niños entre los 4 y los 16 años del barrio y entorno de calle Malasaña. El objetivo, indicó el máximo responsable de nuestra Fundación, es dar un espacio de solidaridad para la superación y que, con el apoyo de los profesores, monitores y voluntarios que la componen, se pueda salir del riesgo de exclusión social en el que muchos se encuentran.
Imbroda aprovechó la ocasión para rendir homenaje y reconocer la labor de los voluntarios de todas las asociaciones malagueñas que trabajan sin descanso para hacer mejor la vida de quienes menos tienen: “Los voluntarios son auténticos ejemplos de vida y nunca habrá suficiente reconocimiento por ese trabajo, pero siempre queda la satisfacción propia”, resumió en su disertación.
Al acto acudió el director de Caixabank en Andalucía Oriental, Juan Ignacio Zafra, entidad promotora de la Fundación Javier Imbroda, así como respresentantes de otras instituciones colaboradoras como El Pimpi. Igualmente, colaboran con la acción solidaria de nuestra entidad empresas como Medac, Forus, La Canasta, Asisa, Autocares Olmedo, Ikono, La Botica Creativa,The Yago Foundation y Tricatódicos.
Fuera de la atención mediática, los focos, la visión de la afición y las grandezas de los estadios que cuentan sus asientos por miles, la realidad de un equipo de baloncesto se centra en el entrenamiento diario. La labor callada realizada por unos pocos que disponen su tiempo para no faltar a la cita con su pasión, con aquello que les mueve y cambia sus rutinas cada fin de semana.
El encuentro puede ser en casa o fuera. No importa, cada sábado o domingo se inicia un nuevo ritual que requiere horas de dedicación y esfuerzo, de trabajo y superación. No solo el cuerpo puede jugar una mala pasada y obligar al jugador a sentarse en el banquillo. También la mente influye y puede ajustar el ánimo para luchar por la victoria o para bajar los brazos sin contemplaciones.
Sin embargo, en la pista se vive cada entrenamiento como si de una final se tratase. Como si el último tiro que deja sin aliento mientras el marcador sentencia el empate fuese a ser ese que, desde la línea de triple, vuela hacia el aro. Es una cuestión de cada individuo en su posición natural, pero también es la postura que genera un equipo cuando piensa en colectivo y deja aparte el ego.
El bien común. Pensar en grande. Saber que no se trata de un número en la espalda, sino de un colectivo que se concibe en la cancha y en el banquillo. Que escuchar “cabeza” o “cuernos” implica crear una coreografía perfecta para que el balón entre y chasquee las redes antes de cambiar la cifra en el marcador. Estar donde el equipo necesite, buscando el hueco y arriesgando en cada acción por muy alto que sea el rival.
Hoy, como cada semana, repetiremos el ritual del Forus Medac Basket. El reencuentro, la sesión de entrenamiento. La búsqueda de una clave que otorgue el éxito esperado, que nos haga ver el encuentro desde otra perspectiva mejor para, al final de la jornada, recibir la satisfacción del trabajo bien hecho.